DEL ASFALTO A LA MONTAÑA

DEL ASFALTO A LA MONTAÑA

El trail running ha ganado popularidad entre los corredores y corredoras de asfalto que buscan nuevos desafíos y la oportunidad de conectar con la naturaleza.

Para aquellas personas que vienen del atletismo y están considerando dar el salto a la montaña, aquí hay algunos consejos esenciales para hacer una transición exitosa y disfrutar al máximo de esta emocionante disciplina deportiva.

  • Equipo y material

El primer paso para alguien que viene del asfalto y que quiere empezar a correr por la montaña es invertir en el equipo adecuado.

Las zapatillas de trail running son cruciales, ya que proporcionan mejor tracción y soporte en terrenos irregulares. Además, la ropa técnica ligera y transpirable, junto con una mochila de hidratación, son indispensables para las salidas largas en la montaña.

Por otro lado, es muy importante recordar que siempre se debe llevar consigo una manta térmica, teléfono móvil e identificación (dni o equivalente), por lo que pudiera pasar.

  • 2. Familiarizarse con el terreno

    Correr en la montaña implica enfrentarse a diversos tipos de terrenos, desde senderos rocosos hasta caminos de tierra y barro. Es fundamental que los y las nuevas trail runners se familiaricen con estos entornos. Comenzar con senderos fáciles y poco a poco aumentar la dificultad, permitirá una adaptación progresiva al nuevo terreno.

  • 3. Entrenamiento de fuerza y estabilidad

    El trail running exige más fuerza y estabilidad que el asfalto. Incorporar ejercicios de fuerza en la rutina de entrenamiento, como sentadillas, zancadas y ejercicios de core, es esencial. Además, trabajar en el equilibrio y la estabilidad del tobillo ayudará a prevenir lesiones comunes en terrenos irregulares. Para ello, usa materiales inestables como el bosu para trabajar propioceptivos.

  • Escuchar al cuerpo

El trail running puede ser más demandante para los músculos y las articulaciones. Es crucial que  escuches a tu cuerpo y te tomes el tiempo necesario para recuperarte.

No hay que apresurarse en aumentar la distancia o la dificultad de las rutas, error en muchas personas que se dedican al trailrunning. La recuperación y la correcta progresión, son claves para mejorar el rendimiento y evitar lesiones.

  • Ser autosuficiente

Cuando se corre en la montaña, la asistencia puede estar muy lejos. Es importante llevar lo esencial: agua, alimentación (barritas, geles,…), una manta térmica y frontal (esto dependerá de la hora a la que salgas a entrenar). Además,  siempre y sobre todo si se sale sin acompañamiento, se debe informar a alguien sobre dónde vamos a ir  y el tiempo estimado de entrenamiento.

  • Unirse a un grupo o club de trail running

Hilando con el párrafo anterior, correr en grupo no sólo es más seguro, sino que también permite aprender de las demás personas. Unirse a un club de trail es una excelente manera de compartir rutas, consejos y experiencias, además de hacer amistades con intereses similares.

  • Disfrutar del entorno

Una de las mayores ventajas del trail es la conexión con la naturaleza. Es importante tomarse el tiempo para disfrutar del paisaje, respirar aire fresco y apreciar el entorno que nos rodea. Esto no solo hará que la experiencia sea más placentera, sino que también motivará al corredor o corredora a seguir explorando nuevos tracks.